miércoles, 26 de diciembre de 2018

RELATO DE PIES (PAREJA HETEROSEXUALES)


A pesar de haber chateado por primera vez hace más de dos meses, eran muy pocas las veces en las que coincidíamos. En éste período los encuentros no pasaron de tres, siendo el penúltimo uno de los más extensos y donde pudimos dejar claras y compartir todas nuestras expectativas en lo que se refiere a estar íntimamente con otro hombre y donde a pesar de ser los pies los protagonistas, ambos sentíamos cierta curiosidad por ir un poco más allá.
Ambos de la misma edad, yo casado y el aún no pero si con pareja, confesábamos sentirnos atraídos por las chicas, pero cuando nos destapábamos a hablar del tema de los pies las cosas cambiaban. En lo personal siempre me han gustado muchísimo los pies femeninos y hasta hace pocos días juraba que no los cambiaría por nada en el mundo por unos masculinos, pero lo que no había calculado era que él me enviaría algunas imágenes de los suyos tomadas de manera furtiva en su oficina aprovechando la ocasión de tener una cámara digital que le habían prestado por unos días. Las primeras imágenes no atrajeron del todo mi atención, pero las posteriores donde se podía notar la planta de sus pies me impactaron, al verlas por primera vez sentí la necesidad de hacerme el propósito de algún día tener en mi boca aquellos dedos y también de poder lamer a gusto esas divinas plantas.
Cuando pensaba que no era tan difícil cumplir con esa fantasía, por mi cuerpo recorría un extraño escalofrío de esos que se sienten cuando la adrenalina entra en acción y uno sólo espera que esa sensación termine de una vez y que no sea el detonante para una locura.


Yo estaba claro que él estaba sumamente dispuesto a devorar mis pies si yo lo quisiera así y al notar que yo sentía lo mismo deduje que era yo quien debía dar ese paso que por tanto tiempo había querido dar pero que no me atrevía a hacerlo.
Un par de días después de haber recibido las imágenes y al coincidir nuevamente, le asome la idea de darle rienda suelta a la idea de intentar algo íntimamente, él enseguida estuvo de acuerdo y acordando en conjunto los parámetros que debíamos seguir referentes a la discreción entre otras cosas, decidimos darle curso a nuestro encuentro.
Él se encontraba en otra ciudad pero por asuntos de trabajo casualmente vendría a la ciudad el fin de semana siguiente por lo que fijamos la hora y la fecha para nuestro encuentro. El viernes a las siete de la noche sería la cita, la cual la concertamos en un restaurante de fácil acceso para ambos ubicado en el este de Caracas.
Los días previos al encuentro, fueron para mi sumamente inquietantes, sólo pasaba por mi mente la idea de que existía un alto porcentaje de que ese encuentro llegara a su término y que quien sabe hasta dónde llegaríamos al estar ambos seguramente muy excitados. La inquietud llegó a su tope al faltar pocas horas para la reunión, siendo las 5 de la tarde del viernes y ya habiéndome asegurado que se encontraba arribando a la ciudad al recibir una llamada suya, decidí irme a mi casa a bañarme y cambiar de ropa y pensando que esto sólo pudo ser posible ya que mi esposa se encontraba de viajes. Faltando media hora, partí hacia el lugar.
Al llegar al restaurante, y mencionarle su nombre al capitán de mesoneros, éste me guió hasta la mesa que él había reservado y donde ya se encontraba desde hacía unos minutos según me informó después. Luego del saludo inicial, acompañado del respectivo apretón de manos, pedimos unos tragos y comenzamos a charlar de varios asuntos para terminar a los pocos minutos en el tema por el cual habíamos decidido conocernos. Hablamos de algunas experiencias e inquietudes, las cuales debo confesar que habían comenzado a ponerme caliente y al parecer a él también aunque no profundizamos del todo en el tema. Pasada una hora aproximadamente, y ya habiendo cenado y disfrutado de unos tragos, repentinamente él me dijo que si estaba dispuesto a acompañarlo a la habitación del hotel donde se hospedaba con la idea de tomarnos otros tragos y seguir hablando del asunto, pensé que ese sería un excelente lugar para que pasara algo si así se lo decidía el destino, por lo que acepté su invitación.


Al llegar al hotel, lo hicimos de la manera mas discreta posible, entramos a la habitación aparentemente sin levantar ningún tipo de sospechas, enseguida él pidió un servicio de whisky, el cual a los pocos minutos ya habían llevado al cuarto y del que sin perder tiempo nos servimos sendos tragos para luego sentarnos al borde de la cama y hablar del asunto.
Al poco rato él me confesó que le daba mucho morbo el hecho de sólo pensar en darme unos masajes en los pies, yo sin dudarlo le dije que lo hiciera y me coloqué apoyado en la parte superior de la cama, comencé a quitarme los zapatos pero, el me dijo que él lo haría. Colocó el trago en la mesa que estaba al lado de la cama y sentándose en el borde de la cama comenzó con su tarea, empezó por despojarme de los zapatos mientras yo veía con atención como lo hacía, continuó con las medias y a los pocos segundos ya se encontraba echándole mano a mis pies, confieso que lo hacía de manera magistral, me gustaba mucho como lo hacía. Repentinamente me dijo que le gustaba el aroma de mis pies y que sentía muchas ganas de olerlos de cerca, yo sin dudar acepté y él comenzó a hacerlo, acercó su cara hasta ellos y pude sentir su nariz rozar con mis plantas, sus ojos cerrados en muestra de placer comenzaban a enloquecerme y aún más el sentir sin previo aviso como su lengua entraba en acción y lamía mis plantas. Lo que comenzó solicitando autorización para darme unos masajes, ya se acercaba a aquel momento donde aquellas personas que se brindan placer mutuo actúan de manera espontánea y en complicidad con la oportunidad que le brinda el estar solos para darle rienda suelta a sus instintos.
Me gustaba verlo lamer mis pies, nunca me lo habían hecho y tenía la suerte de que esa primera vez lo disfrutaba de un profesional en el arte de adorarlos. Yo estaba impaciente por hacer lo mismo, pero no me atrevía sacarlo de esa especie de trance en el que el se encontraba. Las ganas pudieron más y le dije que quería probar sus pies, por lo que él se sentó y espero a que lo despojara de los zapatos y medias, ya con la situación un poco más abierta no tuve la necesidad de poner la excusa de darle unos masajes para comenzar a disfrutarlos, sin perder tiempo me abalancé sobre sus pies y tomándolos entre mis manos los comencé a frotar por mi rostro, aquel divino aroma me produjo la necesidad de lamerlos desenfrenadamente, pude notar que él se encontraba ya un poco excitado y con una enorme y notoria erección de su miembro, eso me ponía más caliente.
Pasados unos minutos del disfrute de aquel manjar, él me sugirió colocarnos en posición para experimentar un 69 de pies, sus palabras me parecieron las exactas para la ocasión y comencé a ubicarme. Nos acostamos de lado, uno frente al otro de tal manera que los pies del contrario quedaban justo frente al rostro de cada uno. Sin esperar detalles, al unísono comenzamos a besar, lamer y chupar nuestros pies, sentía su lengua hurgando entre mis dedos mientras yo chupaba sus dedos de manera individual y en conjunto. Nuestra excitación era tan notable que nuestros penes, cada uno aún dentro del interior, provocaban el roce entre pantalones. Disimuladamente y sin interrumpir las lamidas a sus pies, fui bajando una de mis manos hasta llegar al portentoso paquete que formaba su miembro y sobre la ropa comencé a manosearlo esperando con incertidumbre su reacción, la cual no fue otra que aceptar mi proceder con placer.
Me encantaba que en ocasiones moviera los dedos de sus pies de manera efusiva, creo que lo hacía sin darse cuenta y como consecuencia de lo excitado que estaba. Repentinamente sentí como su mano tanteaba las zonas aledañas a mi miembro hasta que logró alcanzarlo. En cierta momento y luego de sacarse de la boca uno de mis dedos pulgares, me dijo que me volteara hacia arriba, sin pensarlo mucho lo hice y para mi sorpresa quedamos cara a cara, sin mediar palabras comenzó a besarme de manera desenfrenada y yo le seguí el juego aunque un poco desconcertado, su lengua y la mía comenzaron a entrelazarse y aquel sabor salado que a ambos nos había dejado en la boca los pies del otro entró en fusión y dio paso a un nuevo y mejorado sabor que ambos nos paramos de disfrutar.
Nuestras manos, que en algún momento habían dejado de explorar las partes del otro, entraron de nuevo en acción pero ahora de manera más elocuente, yo tomé la iniciativa de desabrochar su pantalón, bajar el cierre e introducir una de mis manos con el fin de poder tantear de manera definitiva a aquel monumento que desde hace un rato venía haciéndose notar, la sensación fue increíble y cumplía parte de mis fantasías ya que desde hacía un tiempo sentía la curiosidad por tener un pene que no fuera el mío entre las manos.
Me gustó que me permitiera hacerlo, pensé que la situación no pasaría de allí pero él de pronto se detuvo y me dijo que me desvistiera por completo a la vez que el comenzaba a hacer lo propio, yo traté de pedirle alguna explicación pero él en un tono imperativo prácticamente me ordenó que lo hiciera, yo acepté su petición y me despojé de mi ropa. Él al terminar de hacer lo mismo me dijo que recordaba que yo le había dicho que una de mis fantasías era hacerle sexo oral a un hombre, yo le dije que era cierto que se lo había dicho pero que ahora no me sentía preparado, él me interrumpió y haciéndome callar me dijo que me gustara o no se lo iba a mamar, nuevamente traté de persuadirlo para que desistiera de la idea, pero él nuevamente me ordenó callarme y tomándome por la cabeza me acercó a su pene y me dijo que me lo llevara a la boca, yo al verlo tan cerca no puedo negar que sentí unas ganas enormes de complacerlo, por lo que sin pronunciar ni media palabra más abrí la boca y metí en ella su pene. El sabor inicial me desagradó un poco pero no me atreví a contrariarlo nuevamente, él me dijo que colocará mis manos atrás y que lo dejara guiar los movimientos de mi cabeza, destinado a obedecerlo así lo hice, me excitaba mucho sentirme dominado por un hombre que me obligaba a hacerle sentir placer con mi boca. Pasados unos minutos me hizo colocarme de forma tal que mientras se lo chupaba, él manoseaba mi ano con un par de dedos.
Confieso que me gustaba lo que estaba experimentando, me gustaba mamárselo y que jugara con mi culo, pero tenía la incertidumbre de hasta adonde quería él llegar, rápidamente me sacó de la duda cuando me dijo que me acostara apoyado en mi espalda con las piernas bien abiertas y en alto, él se acercó hacía mi y luego de lubricar mi culo con sus dedos mojados en saliva procedió a intentar penetrarme, yo le dije que no lo hiciera, pero ante esto, él tomó su interior y lo metió en mi boca y me dijo que esa era la única forma de hacerme callar, prosiguió y a los pocos minutos y luego de dos o tres intentos ya me encontraba siendo penetrado por él mientras que mis piernas reposaban sobre sus hombros. La penetración inicial me dolió e incomodó un poco, pero me encantaba sentir su pene entrar y salir de mi culo.
La excitación fue culminante para ambos cuando él comenzó a lamer mis pies mientras me penetraba, alternando esto con algunos movimientos que con sus manos le daba a mi pene en forma de masturbación. Terminé antes que él y gracias a los movimientos de su mano en mi pene, al cabo de unos minutos el aceleró el ritmo de sus movimientos y después de sacar por completo su pene, se ubicó frente a rostro y me ordenó que lo hiciera acabar, yo comencé a masturbarlo y él me dijo que usara la boca, así fue como entre lamidas y movimientos habilidosos de mis manos, él acabó en parte de mi cara y boca de manera tal que pude sentir gran parte de su semen recorrer mi garganta.
Al culminar la faena, ambos nos acostamos exhaustos en la cama y comentamos lo sucedido, le dije que me había gustado mucho lo que había sentido y él me dijo que a el también. Él sugirió meternos al jacuzzi para relajarnos, así lo hicimos y al cabo de una hora ya estábamos de nuevo besándonos y adorándonos los pies.
La noche pasó entre unas cuantas sesiones de sexo fetichista, hasta que llegó un nuevo día y me marché a mi casa luego de intercambiar nuestras medias e interiores tal cual como lo hacen con su camiseta los futbolistas después de una buena jornada y por mi parte con la satisfacción adicional de haber hecho realidad algunas de mis fantasías.



sábado, 22 de diciembre de 2018

Relato de Pies con mi Compañero de Trabajo ( Mexicano)

Relato de Pies con mi Compañero de Trabajo


Les quiero compartir mi relato con mi compañero de trabajo, me llamo Richard tengo 21 años, mi compañero se llama esteban de nacionalidad mexicano, fue contratado por la corporación después de una capacitación en los sistemas de cómputo, es un ingeniero, Simpático, Agradable, Caballeroso, Sociable, de estatura de 1.80 mts, Fornido con algo de cuerpo de Gym, con ojos color miel, muy guapo hacia suspirar a más de alguna chica, y por supuesto que a mí también, a los 15 días de estar trabajando, un compañero del área de computo lo invito a una disco muy conocida de la ciudad, nos invitó a otros compañer@s más incluyéndome a mí, yo sin dudarlo acepte, aparte que me gustan las party y me gusta ser sociable, y quería ser amigo del ingeniero, él es una persona simpática, amable, sociable, era buen amigo, entonces no era difícil acercarse a él, estaba muy entusiasmado de estar en un país diferente, cultura diferente, acento diferente, se notaba que le gustaba los retos, los viajes, era algo joven unos  28 años. yo hasta me imaginaba pasando mi lengua por sus pies. 



Todo le parecía nítido, le gustaba ser amigos, entre los tragos, y el ambiente se puso bueno, él me decía vamos Richard otra copa más, etc. El si se puso algo tomado, mas no perdió la conciencia, yo no soy de tomar mucho, pero  estaba algo mareado, y quise estar así relajado, de repente el llego a la mesa y se puso a platicar conmigo, me pregunto si la estaba pasando bien, y me dio las gracias por estar compartiendo con él, y que apreciaba mucho mi compañía con las de los otros compañeros, ya entre copas nos tomamos un par con él, yo estaba algo nervioso, pero era normal que las copas me pusiera algo cariñoso y coquetón (jejeje) de ahí empezó una bonita amistad con él, pero más que una amistad era más que compañerismo, fiesta, party, salidas, cenas, almuerzos etc. 

miércoles, 12 de diciembre de 2018

RELATOS DE PIES CON MI AMIGO

Relato de pies masculinos con mi compañero de colegio.
Mi nombre es Daniel y siempre me han gustado los pies de hombres de buen perfil masculino. Mi relato empieza así, era verano y cada año, el colegio programa una excursión, a unos de los centros turísticos mas exclusivos del país, había un compañero que era nuevo en nuestra escuela. Chico alto, moreno, con barba, de buen porte, físico envidiable, manos grandes, zapatos con ganas de descubrir esos pies. En ese excursión nuestra amistad creció un poco mas. Nos tomamos confianza a pesar que era un chico serio, discreto, reservado, eso llamaba mucho su atención. Un mes después de haber pasado la excursión, toco trabajar en pareja  y sin pensarlo decidimos hacerlo juntos.
Nos pusimos de acuerdo el día y hora. Pero tuvo un contratiempo y no pudo llegar a mi casa, lo dejamos para el fin de semana y me ofreció quedarme en su casa para terminar el trabajo, y la noche llego con un frió inmenso, yo nervioso de verlo descalzo o de pensar que iba a pasar mas noche, para mi sorpresa dormir en su habitación, se ducho y se quedo en sandalias, tenia un bonito cuerpo no musculoso pero si de buen porte, como duermes me dijo? puedes dormir acompañado, o tu  de un lado y yo abajo me indico,  para que que puedas estas cómodo me dijo, y yo le dije ojala no huelan mal tus pies le conteste, con eso sentí que quite un poco el frió, no me huelen mal me dijo, entre risas, yo feliz de poder ver sus pies cerca de mi rostro, estuvimos platicando un buen rato hasta que se quedo dormido. Yo mientras apreciaba sus pies, eran como talla 10 o mas, velludos, de dedos largos, piernas y pantorrillas bien varoniles, de tener cerca sus pies me quede unos segundos dormidos de repente mi nariz roso en sus pies, y con pena que se despertara me hice el dormido, pero el silencio se apodero, y mi respiración empezó acelerarse después me calme, no podía creer que tenias sus pies en mi rostro sintiendo ese aroma, retome mi  valor, empece a besar su planta de sus pies, de repente no se como el empujo su pie y se fue directamente en mi rostro, yo dije estará dormido?  ahora tenia su pie en mi rostro, empece a besar sus dedos me lo metí en la boca lentamente, a la vez asustado si estaba despierto o dormido, cualquier cosa que pasara me iba hacer el dormido y que estaba soñando algún sueño o algo por el estilo. Tomando mas valor empece a besar su otro pie lentamente, sus dedos en mi boca, mi respiración lentamente. De repente note que cuando tenia su dedo gordo en mi boca el empezó a empujar despacio y a meterlo lentamente en este momento dije ya esta despierto el miedo me domino, pero si hubiera estado molesto se hubiera quitado de inmediato, pasaron los segundos y no paso nada, aproveche la situación y con mas gusto y ganas para satisfacer mi erótico fetiche, siempre con discreción y con lentitud, porque no sabia que iba a pasar. Termine mi sesión y me dormí, al día siguiente todo normal yo seguí su conversacional, pero nada del tema. Desayunamos y me regrese a mi casa. Para mi sorpresa después de una semana me dice vamos a una party y te quedas conmigo como la otra noche, note que algo me quería decir, el noto que me puse nervioso, y me dijo me gustaría que me dieras un masaje en mis pies, yo me sonroje, le dije no soy masajista pero haré el intento. Así finalizo mi relato, después hablamos de todo lo sucedido pero eso ya me lo conservo. Hasta la próxima.

RELATO DE PIES DE UN EXTRANJERO



RELATO DE UN EXTRANJERO EN MI LUGAR DE TRABAJO.
Relato anónimo
Un fin de semana fui a mi lugar trabajo, ese día no me tocaba trabajar pero tuve que ir, para esperar una compañera e irnos a una actividad convivio navideño, en la oficina había un cuarto tipo mini apartamento para huéspedes, o para descansos del gerente u actividades personales con sus amigos.  Por lo regular nunca me daba cuenta que hacina los fines de semana, o a quien recibía de huéspedes, solo cuando recibía a personas del extranjero para negocios, o cuando hacías sus reuniones personales con sus amistades, nos dábamos cuenta los días lunes.  Ese día sábado recibió a un extranjero que iban asociarse para un negocio con su empresa,  mi jefe en vez de pagar un hotel le dio el espacio del mini apartamento  (tenía todas sus comodidades), yo  me fui a la oficina un sábado por la mañana sin saber que había alguien ahí, porque me confundí en el horario y llegue una hora antes, y me toco esperar, después me puse a ver mis correos y de repente note que salía alguien del apartamento, y yo dije quién puede ser y de repente veo a un hombre sin camisa, descalzo, algo rubio, de buen porte, bonito cuerpo, algo esbelto, amable y educado, parecía todo normal a su alrededor, ni pregunto quién era yo, solo me saludo con una gran sonrisa.
mi vista fue rápidamente a su pecho sin camisa y sobre todo a sus pies varoniles, fue difícil evitar verlos, estaban bien bonitos, pies velludos, talla grande, estaban bien hermosos, yo me puse algo nervioso, y él me saludo diciéndome hola como estas, yo le devolví el saludo, me dijo  menos mal que no era una mujer la que estaba aquí y yo con estas fachas que ando y bajando casi desnudo me dijo, no tenga pena le dije, me presente con él y le dije que trabajaba aquí y el me respondió  yo soy amigo (de Jorge, Gerente de la empresa) y nos saludamos, y me pregunto estás trabajando no le  conteste, vine a esperar a mi compañera  que ella va pasar aquí por mi, y me confundí en horario le dije. y yo todo nervioso le contestaba de repente me dijo, sabes dónde queda la tienda o el súper, sin pensar lo  lleve al mini súper cerca de ahí, regresamos y se fue para el apartamento y después sale igual sin camiza  y empezó a caminar descalzo, yo sentía que me desmayaba, vino y me ofreció una cerveza que había mucho calor,  yo acepte sin dudarlo, y él me dijo gracias por acompañarme, era un hombre muy educado, entrando más en confianza le dije gusta unas golosinas o boquitas  y le pregunte como había amanecido, como se siente en esta ciudad, me dijo que ya había viajado otras veces y le gustaba mucho, me indico que estaba muy cansado y que tenía sueño y que necesitaba un masaje y relajarse y yo le dije si me imagino que debe estar cansado, debería relajarse le dije, y el noto como que me vista se iba mucho a sus pies y me dijo que hay abajo, ohhh nada le dije huelen mal mis pies me dijo con risas,yo solo me reí le dije no nada que ver



RELATOS DE PIES DE HOMBRES (LATINOAMERICA)

RELATOS DE PIES (LATINOAMERICA) (FETICHISTA)
Hola, mi nombre es FERNANDO soy un chico de San José, Costa Rica tengo 21 años y soy de piel blanca, 1,80m, delgado. Les voy a relatar una historia real que me sucedió ya hace unos 2 años, y mi deseos por besar unos pies hermosos varoniles me enloquecían tremendamente, en mi último año de estudio y ya estaba finalizando, siempre he llevado una buena relación con el grupo en el que estudio, me considero Hetero curioso, pero si me enloquecen los pies de machos, pero en realidad esta experiencia me gustado mucho más que todas las que he tenido, soy fetichista me vuelven locos los pies varoniles. Todo comenzó una tarde muy tranquila, yo tenía algunos amigos, pero en especial tenía una gran amistad con uno llamado Enrique, un chavo bien, pero bien formado, unos años mayor que yo, nos conocíamos desde pequeños, tenía un abdomen marcado, Varonil, Velludo, de buen Físico, Moreno Claro, muy atractivo, sus pies se notaba que eran de buen tamaño, tenía y sigue teniendo un buen Trasero y tenía además esa
carita de hombre serio y rústico que cautiva a cualquiera; siempre me había gustado. Él y yo teníamos una buena amistad y siempre hablábamos de muchas cosas y algunas veces de sexo pero no terminaba en nada, hasta que un día decidí dar el primer paso, el aparentaba ser heterosexual.
El había venido muchas veces a mi casa y yo a la suya, en realidad la verdadera atracción hacia el comenzó un día que fue para mi casa a hacer un trabajo y luego de que terminamos salimos a la terraza y nos sentamos a platicar un rato, él se había comprado unos zapatos nuevos hace un par de semana. bastante llamativos, que me llamaban la atención y como él era una persona que le gustaba lucir, le saque el tema de los zapatos que estaban muy bonito con unas pantorrillas que se le veían sexy, él me dijo que los había visto y que se los compro porque le llamaron la atención, fue entonces que yo le dije que si los podía ver bien, a lo cual él me dijo sin ningún problema que sí y se los quito lentamente, al mismo tiempo quería besar sus pies, quitarle sus calcetines etc. yo le quito los zapatos y los observe con detalle le dije que estaban muy bonito y finos y me dijo que tenía ganas de ir  al sanitario, se fue y dejo los zapatos allí, me percaté de que entrara al baño, y me puse a oler los zapatos que ya tenían impregnado un olor característico, era delicioso sentir ese espectacular de un macho, guapo, varonil, sentía que enloquecía, ese olor que tenía un aroma distinto, nuevo, excitante; todo esto me éxito y me empecé a sobar el paquete, me provocaba quedarme allí una eternidad, pero escuche la puerta del baño y rápidamente solté mi mano del zapato y me recosté de la baranda para que se me quitara la calentura. En eso llego el, se colocó los zapatos y cambiamos de tema, pero yo me quede pensando en ese olor woooooooooo, por lo cual indague in el tema sexual, le dije que mi primo me había dado unos vídeos de unas chavas buenísimas y que si quería se las podía mostrar, pero en eso lo llamó su mama y se tuvo que ir.
Esa noche me hice una tremenda paja recordando ese olor característico. Al día siguiente me llamo por teléfono y me comento lo de los videos, que quería verlos ( yo me negué a prestárselos) y yo le dije que podía venir ese mismo día ya que no teníamos clase, yo recordé que ni mi mama ni papa iban a estar porque tenían que ir a una boda y yo me negué a ir, lo que quería decir que iba a tener hasta tarde para poder hacer algo con enrique; él me dijo que bueno si era así los iba a ver en mi casa.
entonces se apareció como a eso de las 5:30 de la tarde, ya que el vivía cerca de mí, en la misma zona, le abrí y me pregunto que si no estaba nadie en la casa y yo le invente que había salido, pero que si llegaba quitábamos los videos rápido y ya, no había problema, yo lo hice esperar me puse en la computadora a jugar y como a las 6:00 me dijo que porque no ponía el video, se lo puse y mu fui a jugar en la computadora y para no levantar sospecha, quería ver que hacia si yo no estaba allí. al rato entro al cuarto y lo veo acostado viendo el video, se le veía el bulto parado, podía ser que si lo dejaba un ratito más me llevara una sorpresa, yo le dije que ya lo había visto, que iba a seguir en la computadora, el sin pararme mucha bola me dijo que OK.me fui por un rato pero a los 5 minutos o menos volví al cuarto, él tenía el pene más erecto todavía y como lo tenía grande se notaba a leguas, él estaba mirando el video embobado y yo podía con desempeño notar el gran tamaño de su pene  y sus pies ya estaba sin zapatos, y hacia característicos sonidos que, al parecer, lo excitaron aún más, en eso veo que se toca el paquete, y pienso que esa era mi oportunidad, yo estaba súper caliente también, de repente el se abalanza sobre mí y empieza a tocarme el pene, yo que quedo atónito con su reacción y realmente sorprendido, de verdad no me lo esperaba, yo lo detengo me le quedo mirando, ya que estoy realmente sorprendido, no lo pienso ni un segundo y me le aviento.
Lo comienzo a besar y le digo que este es el momento que había estado esperando durante toda mi vida, él se ríe, yo me levanto y seguidamente como loco le quito los zapatos que dejaron salir ese olor rico que quería volver a experimentar, pero esta vez lo quería hacer con sus pies, fue entonces que de un jalón le quite los calcetines blancas y estaban sudados con un olor riquísimo y sin pensarlo ni un segundo introduje su dedo gordo en mi boca fui lamiendo dedo por dedo mientras el con los ojos cerrados se masturbaba, sus pies expedían un olor riquísimo, los lamí y los lamí, pasando por cada dedo, sus pies tenían un sabor especial, me puse sus pies en mi cara y era de verdad delicioso, ya estaba cumpliendo uno de mis deseos, luego de dejarlos sin el más mínimo sabor le pedí que se quitara por completo su ropa, así lo hizo, le dije que era yo el que lo iba a masturbar, se levantó rapidísimo y yo lo ayude con agilidad a quitarse la camisa, que pecho el que tenía,
de repente puso sus pies sobre mi cara y yo lamí, lamí, todavía olían riquísimo, eran deliciosos, al cabo de un rato se detuvo , le dije que mi mama y mi papa no llagaban hasta tarde porque habían salido a una boda que se podía bañar aquí, el me pregunto que si todo era planeado y yo le dije que en parte si , que me encantaban sus pies y que ayer cuando le había pedido los zapatos era para deleitarle oliéndolos porque de verdad estaban hermosos, él me sonrió y me digo que cuando yo quisiera le podía lamer todo,
Luego de un largo rato le digo que le quiero dar una última probadita a sus pies, era algo que no podía dejar pasar, se los chupe, ambos pies, aunque obviamente no prestaban el mismo sabor de antes si estaban divinos, que era lo más rico que había tenido, ya era un poco tarde entonces se quedó un momento más y al rato se vistió y se fue. Me bañe y me vestí recordando todos aquellos momentos, en la actualidad algunas veces nos encontramos y tenemos más de algo pero se ha hecho poco frecuente porque se mudó por cuestiones de estudio y a veces es que lo veo, repetimos esta relación varias veces y todavía pienso cada vez más en esos pies que están riquísimos, únicos, algo que marco mi vida.  Espero que le haya gustado mi historia a todos y en especial a los que gustan los pies masculinos, es algo único inexplicable, solo como tú y como yo lo podemos identificar.